Por: Johanna Lastra
La inteligencia artificial
(IA) se ha convertido en una tecnología disruptiva que está cambiando
rápidamente la dinámica de distintos sectores de la sociedad. Sin embargo, a la par de las innegables bondades de dicha tecnología, a medida que
evoluciona, se plantean inquietudes significativas relacionadas con su gobernanza, la cual proyecta retos y desafíos importantes, que deben ser gestionados, tanto desde una perspectiva nacional, a través de las instituciones encargadas de liderar las estrategias tecnológicas de los distintos países, como también, desde la política exterior y plataformas internacionales, con el objetivo de abordar los desafíos y dilemas éticos, sociales y de distinta naturaleza, en el contexto de su uso, diseño e implementación a nivel
global. A continuación algunas aproximaciones:
Marco regulatorio y
estandarización:
El establecimiento de un marco regulatorio
adecuado para la IA es esencial para la gobernanza global de la Inteligencia Artificial, ya que existen
diferencias significativas en las leyes y regulaciones relacionadas con la Inteligencia Artificial, lo cual genera y/o profundiza asimetrías y vacíos legales, que limitan la transparencia, responsabilidad y equidad en el
desarrollo y uso de la Inteligencia Artificial.
Ética y responsabilidad:
La Inteligencia
Artificial plantea dilemas éticos complejos, como la toma de decisiones
autónomas, la privacidad de los datos y el impacto en el empleo. La gobernanza
global debe abordar estos desafíos y asegurar que la Inteligencia Artificial se utilice de manera
ética y responsable. La implementación de principios éticos sólidos que coloquen al ser humano en el centro del asunto, así como la promoción
de la transparencia y la rendición de cuentas, con la participación de
múltiples actores interesados, son elementos clave para superar este reto.
Desigualdades y asimetrías
La adopción de la Inteligencia Artificial a nivel global no es uniforme y existe enormes asimetrías entre países y comunidades dentro de dichos países. La gobernanza global de la Inteligencia Artificial debe
abordar estas desigualdades y garantizar que todos los países tengan acceso y
oportunidades equitativas para beneficiarse de una tecnología, que de manera subyacente, tendrá el potencial de distorsionar el ejercicio de derechos humanos fundamententales. En este sentido, la colaboración internacional, la promoción de la transferencia de
conocimientos y capacidades, y el fomento al desarrollo inclusivo de la inteligencia artificial, son fundamentales para mitigar los efectos generados por el uso de la inteligencia artificial.
Seguridad y privacidad
El creciente uso de la Inteligencia Artificial también plantea preocupaciones sobre la
seguridad y la privacidad de los datos. La gobernanza global debe abordar estos
desafíos estableciendo estándares sólidos de seguridad cibernética y protección
de datos. Además, es necesario promover modelos educativos que incorporen y prioricen temas de este este tipo.
Colaboración y cooperación
internacional
La gobernanza global de la Inteligencia Artificial requiere de instrumentos que posibiliten la colaboración y cooperación internacional planificada estrategicamente y sustentados en políticas públicas sólidas, participación colectiva, así como el establecimiento de plataformas y mecanismos internacionales de diálogo y
cooperación que permitan compartir buenas prácticas, intercambiar conocimientos y
abordar de manera conjunta los desequilibrios globales que genere o pueda generar la inteligencia artificial.
La gobernanza global de la
inteligencia artificial es un reto crucial que enfrentamos en la era digital, razón por la cual urge un abordaje integral, desde lo nacional, a través de las instituciones encargadas de dirigir las estrategias científicas y tecnológicas, así como desde la política exterior de los distintos países.
Fuentes:
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